Nos vemos en Ibiza

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jueves, 27 de mayo de 2010

19. Un modelo y una C.S.I

20.


Tienda Ibiza. Ibiza puerto.

M. Isabel estaba un poco nerviosa. Después de que Felicity y la chica americana se hubieran ido, había estado esperando a que el sol se fuera. Miró la nevera, donde una ensalada de crudités descansaba con un par de True Blood’s para el modelo.

Había conocido a muchos Modelos, pero este iba a ser su primer vampiro. Cuando la puerta resonó con los cascabeles, se enderezó y suspiró. Antes de salir de la trastienda.

Una de sus mejores amigas, y modelo. Clarisa, estaba hablando con el Modelo internacional Joshue Karmel. Hacía relativamente poco, se había descubierto como vampiro de casi 100 años. Y eso, en vez de restarle importancia, le había hecho ganar numerosos contratos.

M. Isabel no sabía si era por su “condición” o porque él ya venía así de serie. Pero sus ojos azules, su pelo rubio y ese 1,90 de estatura la hijo coger aire y aguantarlo en sus pulmones.

- ¡Hola! – Saludó Clarisa.
- Hola – Ambas amigas se abrazaron - ¿Ya has acabado con las temporadas de pasarela?
- Si, hace apenas una semana. ¡Que estrés! París, Milán, Madrid, Barcelona, NY… Por cierto te presento a Joshua.

El aludido se adelantó y le cogió la mano suavemente a la diseñadora depositando un suave beso en el dorso.

- Encantado de conocerte – Sus dientes blancos relucieron cuando le dedicó una sonrisa. M. Isabel, no sabía como reaccionar. ¿sería el encanto vampírico?.
- El gusto es mío – Joshua se giró hacia Clarisa.
- No me dijiste que la diseñadora era tan atrayente – La otra chica rió
- Si, mi querida M. Isabel, iba para modelo pero se desvió hasta las bambalinas. Bueno, os dejo que tengo una fiesta a la que asistir. Espero que os entendáis bien.

Y dicho eso, desapareció.

- Bueno – dijo M. Isabel - ¿Te apetece un poco de sangre sintética?

El vampiro volvió a sonreír.

- Prefiero la de verdad, pero si de momento es todo lo que puedes ofrecerme… - M. Isabel sonrió nerviosamente. Y se dirigió al taller a coger la botella. Aunque se sentía ligeramente… excitada.


Hotel Sunshine, Ibiza.

Aiden cogió a Felicity del suelo. Y la acomodó en sus brazos. Después miró a Ash.

- Ocúpate del cadáver, voy a ver si puedo ocuparme de ella – Dijo. Y dicho eso, se acercó a una de las chicas que estaba por allí. La otra recepcionista. Neftis.
- ¿Dónde puedo llevar a tu desmayada jefa? – Ello lo miró con cierto temor.
- A su apartamento pero tal vez deberías de dejárselo a Wölf – él gruñó
- ¿Quién es Wölf? – Neftis miró a su alrededor y no lo vió, ni a Mamaje tampoco.
- Pues… ahora no está. Así que supongo que puedes llevarla a su apartamento… - Y señaló la torre que quedaba en la parte más alta del hotel.

Aiden le dio las gracias y “voló” hasta allí.

Dentro de la reducida habitación. El hedor era insoportable. Ash, que a causa de sus dones, no lo apreciaba, miraba la horrible imagen que tenía delante.

Vadertini estaba partido por la mitad. Literalmente. Mientras su cuerpo, estaba “cómodamente” sentado en uno de “depósitos”. La cabeza, estaba estacada en uno de los tubos. Goteando la poca sangre que le quedaba.

- ¡Que asco! – Dijo el semi-dios – Habían hecho un gran cordón para que ni vampiros, ni personas se acercaran allí.
- Siento haber tardado – Una voz, le hizo girar la cabeza – Estaba “desayunando”.
- Debes de ser Eric – Dijo Ash. Este asintió y le ofreció la mano. Ash se la estrechó.
- Encantado, tu debes de ser Ash. ¿Dónde está Aiden?
- Tenía que ocuparse de unos asuntos. – Rió socarronamente.
- Ya… ¿Bueno… que tenemos aquí? – dijo.
- Asesinato. Perpetrado por un vampiro u otro ser de manera violenta. – Eric arrugó el gesto.
- Aquí huele raro, no a vampiro precisamente.
- Yo también lo he notado, pero no podemos descartar nada…


En ese momento se oyó un revuelo fuera.

- ¡TENGO QUE PASAR! ¡SOY LA FORENSE!

Eric salió y vio a una chica morena con un maletín. A la que Clover no dejaba acercarse más allá del perímetro de seguridad.

- ¿Qué pasa? – inquirió el vikingo.
- Soy la forense – Dijo ella. Y señaló al maletín enfadada – y no me dejan hacer mi trabajo.
- Déjala pasar – Le dijo Eric a Clover. La vampiro se echó a un lado.
- Gracias… - dijo ella.
- Le advierto que esto puede ser… impactante para usted… - Ella lo miró con dureza.
- He visto tantos cadáveres como usted, o más – Eric rió
- Permítame que lo dude… Por cierto, tiene nombre ¿Doctora?
- Lais, Puede llamarme Lais – Y dicho eso, desapareció al interior de la habitación para empezar con su trabajo.

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