Nos vemos en Ibiza

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miércoles, 2 de junio de 2010

21. Refuerzos

22.


Aiden depositó a Felicity encima de la cama y miró a su alrededor. Todo estaba decorado con gusto y sencillez. Y con un toque celta. Se acercó a ella y vio que estaba como muerta. Se quedó mirando su pecho para percibir una ligera respiración, pero tuvo que apartar la vista porque la simple visión de lo que la tela dejaba entrever le estaba poniendo nervioso.

Se sentó a su lado y se acercó para comprobar si respiración. En el momento en el que rozaba su nariz con la de ella, esta abrió los ojos. Aiden se separó como si fuera resorte.

- ¿Qué se supone que estaba haciendo? – Dijo ella incorporándose. Con deje sorprendido.
- Sólo estaba observando si respiraba. – Ella se empezó a tocar la ropa para verificar qué estaba en su sitio. Después recordó aquella bofetada de maldad que la había dejado K.O.
- ¿Qué ha pasado? –Inquirió incorporándose.
- Se ha desmayado. Pese a mis advertencias… - ¿Acaso se creía aquel tío que ella se había desmayado por la impresión? ¡Ja!. Sin embargo prefirió no dar más explicaciones.
- Debería de bajar… - Dijo ella y se puso de pié.
- No lo veo conveniente. Debería de descansar – Ella volvió a sentarse, aún se sentía un poco mareada.
- Tengo… que… ocuparme…
- Yo lo haré – Se ofreció Aiden.

Se miraron unos instantes antes de que sonara la puerta. Y poco después, entró Wölf en la habitación.

- ¿Qué ha pasado? – dijo este mirando a Felicity.

Aiden percibió algo en la figura de Wölf, pero no dijo nada.

- Me desmayé – dijo ella.
- Bueno, voy a ocuparme del follón de abajo – Aiden notaba que ese personaje y la pelirroja tenían algo más entre ellos y eso hizo que sus celos empezaran a aflorar. Se dirigió hacia la puerta.
- Señor McKenna – Le dijo Felicity antes de que llegara – Gracias.

Él asintió y salió.

Abajo, Lais se afanaba en recoger muestras del cadáver. Ash y Eric la miraban estupefactos de que, pese a lo simple que parecía, tuviera tanta fuerza y no le pasara lo que a la directora del hotel.

Lais estaba metiendo un termómetro por el orificio que había dejado la cabeza. Por supuesto que aquellas cosas le impresionaban. Pero ya estaba más que acostumbrada, además. Lo que más repelús le daba, era que el cadáver la mirara. Con aquel no tenía problema. Ya que la cabeza rondaba por otro lado y no sería ella quien la recogiera…Extrajo el termómetro y lo miró. Llevaba relativamente poco muerto, el autor no podía andar lejos.

- ¿Quién de los dos es el poli? – Preguntó Lais mirando a los dos rubios.
- Supongo que yo tengo más jurisdicción… - Dijo Ash- Soy de la INTERPOL de los vampiros.
- Bien, esto está bastante caliente. Es decir, bastante reciente… con lo cual, podríamos estar hablando de que el que lo ha hecho no debe andar lejos…
- Si es vampiro sí – Intervino Eric.
- Esto no lo ha hecho un Vampiro. O al menos no uno típico – Sentenció Aiden que acababa de llegar.
- ¡Jesús! ¿Por qué no os ponéis campanillas en las orejas? – Dijo una asustada forense de la aparición del moreno - ¿Usted quién es?
- El Sherif de la zona. – Ella asintió
- ¿Por qué está tan seguro de que no es un vampiro?
- Ha dejado demasiada sangre en la escena del crimen – dijo con mucha lógica – No nos gusta desperdiciar comida. Así que… una de dos, o ha sido un vampiro que sólo tenía orden de hacer esto, o no ha sido un vampiro.
- Tendré que llevármelo al laboratorio – Dijo Lais un poco intimidada de estar tan rodeada de gente rara. - ¿Alguien sería tan amable de meterme la cabeza en una de esas bolsas negras?

Ash la cogió por los pelos húmedos y aplastados por la sangre y la metió con cuidado en la bolsa.

“Como si le fuera a hacer daño” Rió Lais para sus adentros.

Eric salió de la habitación y llamó a Clover y a Jacob.

- Chicos, Quiero que sigáis un rastro… - Y dicho eso les pasó un trozo de tela de lo que quedaba de la camisa del cadáver. Ellos asintieron y desaparecieron hacia la noche.

Mientras, en el otro lado de la isla. Se estaba produciendo una escena más amable…


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