Nos vemos en Ibiza

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todos tenemos un pasado

martes, 9 de febrero de 2010

1. Prefacio: Atardecer en Ibiza



El sol caía en el horizonte. Eran las 5.30 de la tarde.
Tres pares de gafas oscuras miraban más allá del mar, mientras tomaban unos combinados.

- Vaya mierda – Dijo M. Isabel. – Con el cambio de hora este el sol se esconde antes de las 6 de la tarde; y no sale hasta casi las 8 de la mañana.

- Y la isla se cierra y sólo queda “ El inserso” – Musitó Alice Brandon.

- Bueno, este año han dicho que al menos abrirán alguna discoteca los fines de semana. Priviledge y Pacha al menos. – Las animó la tercera, Mina Harker. – Vendrá gente, aunque sea temporada baja.

- Eso espero, mi tienda no se sostiene sola – volvió a intervenir Alice.

- Tu tienda no sé ni como se sostiene – rió M.Isabel – esa ropa tan rara, y esos abalorios para vampiros. Sabes que en Ibiza no hay vampiros.

- Pero pueden venir de vacaciones – se defendió la aludida – Además, mis ventas van geniales gracias a la vena friki de muchos de los turistas.


Y tenía toda razón, apenas había notado la crisis. Desde que Alice había estado en Lousiana y había conocido el mundo de los vampiros, le fascinaba. Además de haberse echado muy buenos amigos entre ellos. Y lo que en principio parecía una locura, acabó siendo un negocio muy rentable. En ese momento apareció otra chica, que se quitó las gafas ya que el sol apenas brillaba.

- ¡Chicas! ¡tengo noticias!
- ¿Qué pasa Lais? – interrogó Mina. Guardando sus gafas en el bolso.
- Desde que los vampiros empezaron a salir a la “luz”. En Europa proliferan las asociaciones y los asentamientos. Ibiza piensa aprovechar eso para ofrecer “Vacaciones” en temporada baja para ellos. Por el tiempo y eso…
- ¿Tendrán que acondicionar los hoteles? ¿Cómo en Estados Unidos? – rió M.Isabel. – A Felicity le va a dar un ataque.
- Si esto ya tenía fama de ser la isla del desenfreno, verás cuando lleguen y traigan sus “mascotas” o busquen diversión… - Dijo Mina con un falso horror en sus palabras. – Voy a ir afilando las estacas.
- ¡Exagerada! – Lais no estaba de acuerdo con ella. – Se han “civilizado”
- No del todo, nena. Algunos tienen la civilización en el…
- ¡Mina! –
- Perdón… pero es que no me fío.
- Bueno, veremos a ver que pasa – Dijo Alice. Que veía muchos Euros en la caja de la tienda.


Y dicho eso. Las 4 volvieron a mirar al horizonte. Viendo como las luces del día se apagaban y las estrellas se dejaban ver en el firmamento.

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