Nos vemos en Ibiza

Nos vemos en Ibiza
todos tenemos un pasado

sábado, 20 de febrero de 2010

9. Shardin

10.

Hotel Sunshine, Ibiza.


Los nuevos clientes, eran una pareja mixta. Una rubia menuda, y un hombre moreno que parecía bastante mayor para ella.

- Buenas noches. Bienvenidos al Sunshine. – Saludó Felicity. De fondo, se escuchaba una música muy suave, de la isla.
- Hola, ¡Esto es genial! ¡Qué bonito! ¿Y esa música? – la rubia estaba encantada, sólo le faltaba pegar saltos. Sin embargo su acompañante estaba serio y miraba a Felicity con una cara extraña.
- Muchas gracias, esta música es de “ El café del mar” aunque la cantante es canadiense. ¿Tenían reserva?
- Si, - esta vez fue el moreno quién habló – Señor y señora Compton.

Felicity trasteó en el ordenador.

- ¡Vosotros sois los recién casados! – Dijo.
- Si – la rubia volvió a sonreír y le enseñó el anillo – Bill y Sookie. Nos casamos hace un mes
- Felicity, y ¡Felicidades! La suite estará preparada en breves instantes. Pueden pasar al bar a por una copa de champagne; invita la casa.
- Muchas gracias.

Antes de irse, Bill miró a la pelirroja y esta sintió un escalofrío de inquietud.


Discoteca Pacha, Ibiza.

Amanis miró a la mole que tenía delante.

- Bonita fiesta… - dijo él con una voz ronca y profunda.
- Gracias… - Amanis sabía que no tenía que mirarlo a los ojos, así que desvió la mirada a su hombro izquierdo.
- Permítame que me presente: Shardin Sandino. Magnate italiano. Y encantado de conocerte.

Ella observó como miraba su cuello, sin disimular. Se quedó pálida.

- Debo de… irme – Dijo ella. Shardin se acercó más.
- ¿Por qué tan deprisa? Me gustaría mucho pasar más tiempo contigo. – El corazón de Amanis se desbocó.
- Tal vez en otra ocasión… - Dijo sin voz. Estaba aterrada.
- Podríamos hacer un trato. Tu me das algo que yo quiero y yo a cambio te doy algo que tu seguro que quieres – apretó la entrepierna a ella. Y pese a que Amanis hubiera dado lo que fuera por un hombre como ese. Estaba aterrada y no le inspiraba confianza.
- No…
- ¡Eh, usted! – Vardetini entró en la habitación. – apártese de ella. ¿No ve que no quiere?

Shardin, enfadado por la intervención. Soltó a su presa lo justo para que ella se escabullera. Se acercó al Dj y lo agarró por el cuello.

- ¡Tú! ¿Quién te crees que eres? – El chico se retorció.
- Ella, no quería. – dijo con voz ahogada.
- ¿Y tu quieres morir? – Shardin rió, sacando los colmillos.


Cuando estaba a punto de hincarlos en la carótida de su presa. Una voz lo detuvo.

- ¡Alto! – Fastidiado por la nueva intromisión. Miró al que había hablado. Era vampiro, sin duda, Corpulento. Con el pelo oscuro y los ojos claros. Frío. Vestía de negro y su autoridad era patente.
- ¿Quién coño eres? – gruñó Shardin.
- Soy el Sheriff de esta área. Y no toleraré que mates a nadie.

El italiano, soltó a su segunda presa de la noche. Con fastidio. Sabía que no debía enfrentarse al Sherif. No era bueno para sus negocios en la isla. Así que levantó las manos y dijo.

- Lo siento. No volverá a pasar – Aunque en el interior de su cabeza, Shardin tenía otros planes…

3 comentarios:

  1. Pero que chulo soy, como me gusto :)

    ResponderEliminar
  2. ¿Te recorrió un escalofrío de inquietud porque te miró Bill??? Pero si es un pedazo de paz, incapaz de morder a nadie nada más que a su Sookie :)
    Ah! y eso de "bastante mayor que ella"... ¡Cómo te pasas!!!!!
    No recordaba esta parte de Shardin, quizás de él si que tenías que preocuparte :)

    ResponderEliminar
  3. jajajaja Ya pero la primera sensación es la que da :P

    ResponderEliminar